jueves, 31 de mayo de 2012

A LA HOGUERA CON JAVIER KRAHE


 
Torquemada y un reducido grupo de colaboradores, Calvino entre ellos, han dejado por unos días el infierno para reunirse con algunos colegas inquisidores, ayatolas y sanedrines varios. Por cierto, Tomás Moro ha declinado rotundamente participar en el encuentro y ha declarado que nada le une con los protagonistas del mismo y aún menos con sus fines y medios de actuación. Duros por cierto, ya que Torquemada propone reinstaurar la hoguera como castigo para herejes y blasfemos que en estos momentos abundan cosa mala y aún peor.
Rouco y sus muchachos no quieren echar leña al fuego (es sólo una imagen) porque andan arrebolados con lo del ibi y las propiedades inmatriculadas. Que como estamos en plena crisis económica, hoy por hoy sus preocupaciones están más cerca de la pela, o del euro, que de el mundillo de las indulgencias y utopías morunas (morunas de Moro). Ni siquiera el vaticano ha entrado al trapo, preocupado que anda con el servicio, mayordomos incluidos.
Rajoy, también y una vez más, ni churrea ni murrea. Pero es muy posible que la esperanzadora Aguirre sí decida abanderar el proyecto, eso sí ampliando el espectro de posibles culpables, entre los que estarían también todos los que se declaren perroflautas (aquí, aunque no se concreta nada, se deja caer que en esto de las declaraciones y de cómo conseguirlas el equipo de Torquemada tiene alguna experiencia) o sean del Athletic. Curiosamente no dice nada de los seguidores del Barça. (Un equipo de este blog está tratando de desentrañar los motivos, pero por el momento no hay respuesta, sólo suposiciones, que si el barça es  más que un club, y cataluña más que cataluña y más mucho más que Más y cosas así, nada definitivo).

En fin, toda esta situación la ha creado un seudodicente cantante, más bien seudocantautor, también seudogeniodelasletras, conocido también como seudoamigo de sus seudoamigos, un tal Javier Krahe (Krahe, con ese apellido qué se puede esperar...), que calentó un Cristo en un baño maría para servirlo en mesa para dos no sé si al ajillo, o al pil-pil...

Ciertamente, se oye en los círculos torquemadianos, que por menos se quemó a Servet o a Giordano Bruno. Lo del Krahe, incluso, según esas mismas fuentes, es más grave que lo que se cocía (de nuevo la cocina) en los aquelarres de Zugarramurdi. No es de extrañar que tras ese comentario se haya oído que el proceso al citado Krahe podría celebrarse en Logroño. Ciertamente, rumores sin confirmar, hablan de que su ayuntamiento, con la alcaldesa al frente, ya está pujando por llevarse el evento a la ciudad que por algo es capital de la cosa gastronómica. Lo que no se ha dicho es si entre los platos ofrecidos estará el que ha originado todo este galimatías. Y es que aunque finalmente pudiera quemarse al pecador, es sólo una hipótesis pero la más segura, nada indica que no se pudiera aprovechar en la mesa el fundamento de su pecado, lo del Cristo al pil-pil.

En fin, como no dudamos que Javier Krahe será condenado por la inquisición, ahora sólo queda saber dónde se llevará a cabo su ejecución que ha de ser, necesariamente, en la hoguera. A la ya conocida propuesta en ese sentido de Torquemada, debemos añadir la propia elección del seudocantante en una de sus seudocanciones, en la que llegó a escribir que la hoguera tiene un qué se yo, que sólo lo tiene la hoguera...

P.D.
Aquí os dejo las pruebas de tamaña felonía. Por un lado lo del Cristo al pil-pil para que lo veáis con el cilicio puesto y evitéis así condenas eternas y sobre todo, otras menores pero más cercanas, que son las que joden de verdad.
Por otro lado podréis escuchar también su cancioncilla sobre la hoguera y otros instrumentos de ultimar al prójimo.
Finalmente, añado al lote, Los caminos del señor, una edificante historia que debéis escuchar en la más estricta intimidad, no sea que alguien os pueda denunciar por dar a conocer la canción 50 años bisiestos después de haberse grabado. Una canción que seguramente se ha oído ya en 832.332 ocasiones, pero puede que esta última, la vuestra, colme el vaso y la paciencia de algún inquisidor dispuesto a poner las cosas en su sitio.
En todo caso, si la cosa sale mal y sois condenados, siempre tendréis la posibilidad de reescuchar lo de la hoguera para escoger una buena forma de transitar hacia la eternidad. Hombre, elegir la que mejor os parezca, pero recordar, como ya lo susurraba Krahe, que como la hoguera…, y es que la hoguera tiene un qué se yo que sólo lo tiene la hoguera...

SALUD Y RESISTENCIA







viernes, 25 de mayo de 2012

CARBONELL CANTA Y GRECIA SE NOS CAE ENCIMA. ¿SOLO GRECIA?

Quizá algún día tengamos que buscar comida en la basura, o atención médica a 100 kilómetros (“los que van a morir te saludan”), o tengamos la “suerte” de contar con nuestros hijos a los 16 o 17 años, cuando no puedan seguir sus estudios en ninguna parte. Aunque no sabremos muy bien qué hacer con ellos. Ya no tenemos campos que labrar y no será fácil encontrar trabajo ni para unos ni para otros...
Ya, que es una exageración. Claro, por supuesto. Pero atención, que nos iremos enterando de lo que nos viene encima según nos apriete el zapato.
Y nos viene...
Unicef, que no es el Socorro Rojo, ni el portavoz de la VII Internacional, ya nos ha dicho que en España (que tampoco es Etiopía) hay dos millones de niños bajo el umbral de la pobreza.
Y los de Cáritas de aquí mismo, a los que tampoco podemos acusar de perroflautas, nos dan los números de sus crecientes atenciones a personas y familias.
Está llegando, desde luego. Y como ejemplo, una vez más, Grecia.
No sé si acabarán dejando el Euro o saliendo incluso de ese paraíso terrenoalemán que es la Unión Europea. De momento se les ha sacado de sus casillas. Se ha envenenado la fuente de su vino griego, de su sabiduría ancestral, se han roto las cuerdas de sus cítaras y buzukis y acabarán obligándoles a vender el alma, o lo que les queda del Partenón.
O a suicidarse.
Como hizo Dimitris Christoulas. (Y otros muchos. Hoy mismo, y hay noticias de antes y las habrá después,  informan los medios de comunicación del salto al vacío de Antonios Perris, músico de 60 años, con su madre, enferma de alzhéimer).
Y aquí entra Carbonell. De nuevo otra voz de hacia dentro, que mezcla humor y resistencia, amor y tragedia. Mi buen amigo Joaquín Carbonell me envió su canción dedicada a Dimitris, grabada primero con su guitarra y luego, como podremos escuchar, con un montón de amigos. Pablo Guerrero, Elisa Serna y muchos más.
Lo cierto es que tenía la canción guardada en el almacén de los sonidos del silencio hasta que me la despertó mi hermano Javier que escribía el pasado 21 de mayo un artículo sobre mensaje y mensajero en El Libre Pensador (www.ellibrepensador.com).
Ese empuje me ha ayudado a elegir tema y canción para este viernes de un mayo lluvioso que ha visto mareas verdes y reivindicaciones sanitarias y sindicales en la calle. Hablo ahora de España. Un mes en el que el 15 M tiene un año más. Mes y año en el que las autoridades europeas nos siguen echando encima su basura, sus recortes, su deuda de mierda. Y de sangre. Nos echan a Dimitris, a Antonios y a tantos otros encima...

SALUD Y RESISTENCIA


jueves, 17 de mayo de 2012

QUINTÍN, QUINTÍN CABRERA

Hace unos días me recordaba Moncho el “Seré curioso (¿de qué se ríe señor Ministro?)” de Quintín Cabrera-Benedetti. Y claro, yo que tenía la idea de dedicar un blog al bueno de Quintín, empecé inmediatamente a prepararlo.
Hablamos de Quintín, Quintín Cabrera.
Lo conocí hace muchos años, en su casa de La Floresta, entre la madera que trabajaba, las canciones que componía y su mundo hecho de Uruguay, España y Cataluña. Era un mozarrón. Yo creo que es al único uruguayo al que nunca hemos podido llamar “flaco”.
Cataluña, Aragón, La Rioja, Madrid… Compartimos escenarios, esperanza, compromiso, penurias y alegrías. Una vez, recuerdo…

Fue el 26 de diciembre de 1976, si no me equivoco el mismo día en que se reponía la estatua de la Libertad en Cenicero. Quintín Cabrera no tenía ni idea de aquello. Llegó a Logroño ese mismo día, para cantar con nosotros, Carmen, Jesús e Iñaki, en algunos pueblos riojanos. Empezamos esa misma tarde en Albelda. Tras la actuación, como en tantas ocasiones, cenamos con los organizadores amigos en una bodega. le contamos a Quintín lo que ocurría en Cenicero, lo que había significado esa pequeña estatua de la Libertad. Y así, hablando del tema, se nos ocurrió pasar a verla. Y eso hicimos. Serían las dos o tres de la madrugada cuando Quintín Cabrera, nuestro amigo madrileño Cástor, escritor y poeta, y nosotros tres, aparcábamos en la plaza de Cenicero donde desde ese mismo día, podíamos volver a ver la siempre pequeña, pero ahora grande y mayúscula en muchos sentidos, estatua de la Libertad. Eso fue todo. Casi todo. Al poco tiempo nos llegó una carta de Quintín. “He compuesto una canción para la estatua de Cenicero”. Así fue. La compuso y la grabó.
Aún tuvimos la suerte de volver a Cenicero, en el centenario de su Libertad, con Labordeta, que cantó su Himno y Quintín, con su canción homenaje a la pequeña estatua (¡qué bien le acompañaron Elisa y Elena, por cierto, sin ensayar!). Y como ya no estaba Carmen, fue nuestro grupo de siempre, el Rebaño Feliz, quien completó la terna. Todos cantamos más que a la estatua, que también, a la Libertad.
Y todavía, aunque algunos se van yendo, quedan voces y canciones. Y si nos empeñamos y empujamos los que seguimos en estos prados, habrá un día en que todos...

Vuelvo al principio, y es ya el final. Os dejo el último poema de Quintín, su despedida (parte médico y de guerra) que no quería ser despedida. Y las dos canciones. “Seré curioso”, un poema de Benedetti por el que no ha pasado el tiempo, y su canto a la Libertad (de Cenicero y del mundo entero). 
Hay más. Hay mucho más Quintín. Canciones y resistencia. Buscadlo con SALUD.

Parte médico y/o de guerra
Yo deseaba que este “parte”
-que ya es el número diez-
anunciara de una vez
la operación y, con arte,
explicaros el descarte
del pulmón que ya no vale,
que se acabaron mis males
y el futuro viene rosa.

Pero hay que esperar, la cosa
no da para euforias tales.
Para mejor, gradualmente,
soy más planta que persona
paso sentado y la zona
de los glúteos lentamente
se ha transformado en un ente
rebelde y con vida propia.

Mis sentidos, en la inopia,
no puedo ni caminar
y no hablemos de cantar…
No soy yo, soy una copia.
Este año empieza mal.
Veremos si bien acaba
y brindaremos con cava
si llegamos al final.

Yo sigo siendo un chaval
pues ya perdí veinte quilos.
¡Sin dietas! Estén tranquilos
porque a nadie recomiendo
que pierda peso sufriendo.
Las tragedias, para Esquilo.
Como ven, ya ni me quejo
¿de qué me voy a quejar?
porque es hablar por hablar
recibir o dar consejos.
Ya llegué a bastante viejo
(aunque quiera vivir más)
en este mundo jamás
sabemos cuánto duramos
la vida nos la jugamos
frecuentemente, además.

Así trascurren mis días
más que abatido, aburrido.
Me canso, pero no ha sido
porque me falte alegría
es porque esta pena mía
de vivir con poco fuelle
me ha hecho acatar las leyes,
a no ser indiferente.
y oxígeno dependiente
más tranquilo que los bueyes.

La doctora está confiada
-eso vale un Potosí-
pero, Amigos, sigo aquí
y nunca me pasa nada
sólo espero una llamada
y el teléfono no suena.
Tengo la cabeza llena
de teorías delirantes
esperando que un donante
me libre de esta condena.

De momento, he aprovechado
para arreglarme los piños
y comprobar el cariño
que mucho me han demostrado
mis deudos. En todos lados
me han tratado con sincera
amistad, que reverbera
como un sol donde se exponga.
Y aquí acaba su milonga
su amigo Quintín Cabrera.









viernes, 11 de mayo de 2012

PARA CONSTRUIR EL FUTURO NECESITAMOS EL PASADO, TODO EL PASADO


                En estos últimos días me he cruzado con fechas y hechos de cierta importancia en este camino que vengo transitando hace ya muchos años. Una senda que, para entendernos, cruzaría las tierras de lo que denominamos MEMORIA HISTÓRICA. Un caminar del que me siento orgulloso y que he compartido con mucha gente, sintiendo además, cuando no el apoyo de la mayoría, sí, al menos el respeto general por el trabajo realizado. Que no sólo es la publicación de mis investigaciones sobre la represión en La Rioja, sino también la labor que, de forma colectiva, estamos llevando a cabo muchas personas a través de la Asociación la Barranca. Sin motivaciones ocultas, sin buscar el reabrir heridas que, en todo caso, nunca antes se habían cerrado, sin deseos de venganza o de revancha, pero sin aceptar el silencio obligado por la dictadura y aconsejado después por los grupos políticos que hicieron  la transición. Y así hemos hecho nuestras, y hago mías, esas palabras que aparecieron hace años en uno de los informes de Amnistía Internacional: Verdad, Justicia y Reparación. Y en eso estamos.
            Recordando, por ejemplo, el empuje infinito de las que llamamos “mujeres de negro”, madres, esposas o hijas de los riojanos que fueron asesinados en la Guerra Civil o en la dictadura. Mujeres vestidas de negro y de dignidad que sufrieron en muchos casos y además de la muerte de los suyos, cárceles, vejaciones y multas. Que consiguieron preservar su memoria y hasta los lugares donde habían sido sacrificados. Y lo hemos hecho colocando una escultura alusiva en las fosas-cementerio civil de la Barranca y con una exposición que recoge los rostros de 60 de esas mujeres, y que ha podido verse en Logroño, Fuenmayor, Alfaro y Navarrete (en esta localidad a pesar de la negativa de su alcalde en ceder la sala de exposiciones municipal). Ahora mismo está (estaba cuando lo escribí) en el Instituto de Fuenmayor.
            O llevando a cabo una exhumación en Montenegro de Cameros. Allí fueron asesinados en la madruga del 26 de septiembre de 1936, nueve riojanos, cuatro vecinos de Torrecilla, cuatro de Nieva y uno de Pradillo. En este caso hemos contado con la colaboración total del alcalde y ayuntamiento de Montenegro y con el concurso técnico de la Sociedad de Ciencias Aranzadi. La exhumación ha sido noticia en los medios de comunicación riojanos y nacionales y ha generado también muchos comentarios. Algunos, desde el respeto a las personas enterradas y a sus familiares, plantean si la exhumación es la única alternativa. Cierto que otra podría ser la de señalar las fosas con alguna placa y dejar los restos en ese lugar, pero esa decisión corresponde siempre a los familiares. Lo que es más triste, por cruel e inhumano, es escuchar a quienes dicen que dejemos de revolver y aún cosas peores. Todo porque mucha gente quiere saber qué pasó con los suyos, con los “tumbaos”, y sacarlos de las fosas comunes donde literalmente se les tiró, para enterrarlos “como Dios manda”, que se dice en este país. Sé, porque alguna vez lo he podido comprobar, que cualquier persona con buena voluntad acaba aceptando el hecho con sólo ponerse en el lugar de los familiares de las víctimas. Si alguien no está de acuerdo, que pruebe a hacerlo.        
            Y no es excusa para no aceptar las exhumaciones de los asesinados o la publicación de sus nombres, el argumento de que hubiera muertos en todas las retaguardias y en todos los frentes. Eso ya lo sabemos. Eso es un hecho. Y de eso también podemos y debemos hablar. Porque este país tiene, además de otros muchos problemas, y sé que los económicos son ahora los más notorios y preocupantes, uno grande, muy grande, que, queramos o no, nos ha acompañado y muchas veces condicionado a lo largo de los últimos años. En los de la dictadura por supuesto, pero en los de la era democrática también. El problema de construir nuestro futuro desde el conocimiento y aceptación de nuestro pasado, y me refiero aquí al que corresponde a su época más negra y trágica en todos los sentidos, y en todas sus vertientes, el de la Guerra Civil y la dictadura franquista.
            Es evidente que hay personas que prefieren desterrar para siempre esta historia, esta búsqueda de la verdad. Para ellos la Guerra Civil ya pasó, unos ganaron, otros perdieron, ya está. La cuestión es que realmente la guerra no acabó el primero de abril de 1939. Se prolongó de muchas formas durante casi 40 años, todo el tiempo en que los vencedores siguieron venciendo a los vencidos. Mientras tanto, ellos, los vencedores, enterraron a los suyos con honores, contaron “su” historia y cerraron el camino a cualquier otra posibilidad de entendimiento de todos y entre todos. Y como eso no se hizo nunca, alguna vez habrá que hacerlo. Empezando, como es lógico y natural, por devolver el derecho a recuperar su historia, su dignidad y los restos de sus familiares, a los perdedores.

         SALUD. VERDAD, JUSTICIA Y REPARACIÓN.                                                           


sábado, 5 de mayo de 2012

HONKY TONK MAN


Recordaba estos días una película de Clint Eastwood. Sólo una de las muchas de las que puedo acordarme. Sólo una de las que no me importaría volver a ver. Sólo una de las que ya he visto no sé ni cuántas veces.
Honky tonk man.
La filmografía de Eastwood pasa de las 70 películas. De ellas ha dirigido unas cuantas, también ha compuesto la música de más de una, pero sobre todo ha elegido con cuidado y con mimo (como hace Woody Allen, por ejemplo), la música de muchas de ellas. Especialmente en sus películas sobre el mundo del jazz. Y en este caso del country.
Honky tonk man.

“Nunca te he visto tan triste / y yo nunca me he sentido tan mal…
Perdí a mi mujer / y tú a tu hombre…
Pero tengo mi guitarra /
Echa los brazos al cuello de este cantante de bar /
Y pasaremos la noche como mejor podamos”…

Honky tonk man. Cantante de taberna, de bar. Un poco la historia que Clinst Eastwood cuenta y protagoniza en la película del mismo título. Cuando lucha, armado de una guitarra y en compañía de una chica y un chaval (su hijo Kyle), contra la Gran Depresión. Pero quien puede, quien le puede, es la enfermedad. Aún así y antes de morir, grabará sus canciones. Grabará “Honky tonk man”.
Fijaros en el vídeo. El guitarrista con gorra que le mira atentamente, quien acaba la canción cuando Red-Clint no puede más, es Marty Robbins.

Marty Robbins, cantante de blues, rock y country. Cantante de bares, autor de la canción “Honky tonk man”, que grabó en 1982 junto a Clint Eastwood, que en la película es víctima de la enfermedad…

Tristemente, la realidad obró de una forma muy distinta y cruel. Fue aquel mismo año, el de la película y de la grabación, quien se cobró, era ya el mes de diciembre, la vida del cantante de verdad. De Marty Robbins.

Honky tonk man.
Música y salud.