Que el mundo fue y será una porquería, ya lo sé...
Resulta
que un jefe de policía tilda a un grupo de estudiantes que se manifiestan en reivindicación de sus derechos (y de calefacción), como “enemigos”,
que una reforma descerebrada propone un despido donde 33 se traduce por 20 (días de indemnización),
que para acabar con la crisis no hay nada mejor que bajar el sueldo a los funcionarios y acabar con la posibilidad de discutir los convenios colectivos de los trabajadores,
que a renglón seguido viene lo de antes: abaratar los despidos, que sólo es una cláusula de por si acaso,
que lo que en realidad se persigue es que haya más empleo, (“ah, ya”), pero baratito y a disposición de...
que lo mismo con tanto ERE, tanto miedo y connivencia nos volvemos cincuenta años atrás,
que la buena gente, del paro a la tienda o al bar de la esquina, limitará compras, vacaciones y cafelitos,
que aumentará, por tanto, el paro, y la recesión,
que eso, hemos retrocedido cincuenta años,
que la buena gente, del paro a la tienda o al bar de la esquina, limitará compras, vacaciones y cafelitos,
que aumentará, por tanto, el paro, y la recesión,
que eso, hemos retrocedido cincuenta años,
que de la burbuja inmobiliaria hemos pasado a la prisión financiera, decretada sobre todo contra el hombre de la calle, el ciudadano medio y corriente, a quien podemos llamar sufridor para entendernos,
que hay que ser más productivos y al mismo tiempo austeros,
que se trata de la austeridad de la gente de la calle, a los que hemos llamado sufridores,
que no corresponde, por tanto, ninguna austeridad a los que más tienen, ni a los aprovechados por la situación social y económica: empresarios y políticos, por ejemplo y algunos cuantos, que han robado, engañado y extorsionado y que no se plantean devolver ni un eurito, ni siquiera una peseta,
que se llevan la palma, de nuevo, algunos valencianos: empresas de limpieza, publicitarias, gúrteles, ayuntamientos, hasta los organismos que gestionan la Cooperación al Desarrollo,
que Valencia ciertamente es, desde luego, la tierra mítica del tongo, el merengue, la impostura y caradura...
En el quinientos seis y en el dos mil (doce) también...
Y ocurre
que aquí en casa los hogares de personas mayores se cerrarán los festivos y tal y cual (pues nada, que los jubiletas se queden en casa todos los días, si total ya tienen televisión),
que hogar por hogar, dice el ministro del ramo que las familias sin recursos, o sea con toda su gente en el paro y sin ningún otro tipo de ingresos, podrán entregar la vivienda para pagar la hipoteca. Qué detalle y qué tranquilidad para la familia cuando se vayan todos a vivir debajo del puente: no deberán nada a nadie,
que por acabar en el futuro, sobrevive la Central de Garoña; es la última prórroga, así que debe ser para toda la eternidad...
¡Qué falta de respeto, qué atropello a la razón!
Tengo, tango y tongo, cambalache. Salud.
http://www.youtube.com/watch?v=fsAGpw5uwDU
http://www.youtube.com/watch?v=P-HcSiCOKew