Cuando escucho sus primeros
versos... “Arriba, parias de la tierra”... Perdón, que no es esta la que suena.
En qué estaría yo pensando... Decía que cuando escucho sus primeros versos...
“Vamos, hijos de la patria., ha llegado el día de la gloria”, aunque sea en
francés, siento que algo propio me suena. Algo de esta patria con mayúslas que
nos une a todos los hombres del mundo entero luchando contra la tiranía...
De los prusianos, alemanes,
franceses incluso, ingleses, americanos, españoles, o contra la tiranía de las
grandes corporaciones, del mercado mundial y aún del europeo, tan bien
representado por los poderes de la inefable Unión Europea...
Y ciertamente en esa lucha
actual, me quedo ahora en Europa pero con repercusión universal, tenemos de
nuevo a Francia en la avanzadilla. De alguna manera al menos. Ya no se trataría
de asaltar la Bastilla, pero sí de frenar los mordiscos de la bestia parda y
bancaria que tan bien representa la Merkel.
Al menos, así nos gustaría que
fuese (lo de la avanzadilla francesa). Hollande y sus muchachos, a pesar de
perder apoyo mediático, o de que los medios digan que pierde apoyos populares
(¿han notado el sutil parecido? ¿con cual de las dos ideas nos quedamos?) sigue
empeñado en llevar adelante su programa. Con algunas dificultades, ciertamente.
Tiene problemas, mejor dicho Francia tiene problemas. Para reducir el déficit
público hasta el 3% en 2013, por ejemplo, necesita 30 mil millones. Una tercera
parte, dice, llegarán de los recortes ministeriales. El resto, 20 mil millones,
habrase visto atrevimiento, habrase visto insolencia, se cubrirán con la subida
de impuestos a grandes empresas y contribuyentes adinerados y cosillas por el estilo. Para lo cual
mantiene, por ejemplo, el primer punto de su programa: la subida de impuestos para rentas por
encima del millón de euros anuales, con el 75% como tipo máximo del IRPF.
Bueno, espero que mantenga
también el segundo: rebajar la edad de jubilación desde los 62 a los 60
años. ¿El tercero? Subir el salario mínimo por encima de la inflacción. Claro
que en Francia ya era, ese mínimo, de 1.200 € al mes. (En España, otro ejemplo
sin mala intención, es de 641,40). ¿Sigo con el programa de Hollande? Si me
lo permitís, al menos con el cuarto punto: derogar la subida del IVA que preparaba
Sarkozy...
Y así hasta 30. Treinta
puntos.
Y coma. Por desgracia, son datos del
lunes, “sólo un 48% de los franceses creen que Hollande cumple los compromisos
de la campaña electoral”. Es que la noticia venía servida como en un catafalco
donde se podía suponer ya la inmolación del mandatario. Por eso repasé noticia
y cifra: un 48%. O, sea, todavía casi un 50% de los franceses, de todos los
franceses, creen en esa lista actuaciones en marcha. Quizá ya se ha hecho algo,
o van a comenzar en breve, por ejemplo, las actuaciones correspondientes al Banco Central Europeo, o se
ha rebajado ya un 30% el sueldo del
Presidente y sus ministros, también de los directivos de empresas públicas, o
se han contratado 60.000 nuevos profesores, quizá han sido menos; o se ha
puesto en marcha una subida del 15% en el impuesto a la banca, banca a la que
se prohíbe por otra parte el tener sucursales en paraísos fiscales... ¿Y si ha
empezado por el final? ¿Si ha retirado ya a las tropas francesas de Afganistán,
o está en ello? Era el último punto.
Y seguido. Como en España. A
Rajoy no le cree nadie. Otra cosa es que no le importe. Otra cosa es que
tampoco les importe mucho a los señores del PP. Está todo tan mal, y es todo
tan intrincado que ellos solos se lamentan, se absuelven y tiran palante. Sólo
que, malditas encuestas, parece que en unas hipotéticas elecciones perderían
votos a mansalva. ¿Uno de cada cuatro dice usted? ¿De cada tres? ¿De cada dos? ¿Quién da más?
Claro que todo ese maremágnum de
papelitos perdidos no los va a recoger el Partido Socialista Obrero Español que
incluso va perdiendo aún más votos, propios y prestados, por el camino.
Sinceramente no me extraña.
Algunos todavía recordamos quién inició esta política suicida de recortes y
bajada de pantalones. Política que, después del varapalo electoral socialista,
el PP ha seguido con más ahínco y de forma más profesional y vocacional, justo
es reconocerlo. Pero ni siquiera ahora, tras el desastre continuo aparece de forma mínimamente creíble y
presentable el reconocimiento del “error” por parte del PSOE. Y mucho menos, un
programa de actuaciones para el futuro que se acerque, aunque sea de lejos, al
modelo socialista francés.
En ocasiones, incluso, parece que
el PSOE se sigue proponiendo para co-dirigir la nave en la misma dirección que
el PP, en todo caso, para hacerlo “de otra manera”, aunque en el fondo (si no
hay rectificación, si no hay propósito de enmienda) sea la misma.
¿Otro programa? Hombre, sería muy
difícil que las lumbreras del socialismo español, curtidos ya en mil recortes y
expertos en servir a los mercados, copiaran (y se creyeran) los 30 puntos de
sus correligionarios franceses. Aunque nos daríamos con un canto en los dientes
si, para empezar y hablar de alternativa, se empeñaran (y se creyeran) 29 de
ellos...
Hoy nos quedamos en Francia, con
sus problemas y con su gente. Y sobre todo, con las buenas intenciones de su
Presidente y del Partido que lo apoya y acoge. El Partido Socialista Francés.
Por todos ellos y para todos nosotros suena ahora la Marsellesa que más allá de
ser un himno nacional, el de Francia, es la entradilla para otro cántico igualmente universal
de ahora mismo (All you need is love), y fue la referencia de una nueva
sociedad en multitud de situaciones y países, por ejemplo, en la proclamación
de la República Española. El 14 de abril de 1931, en cientos de plazas de otros
tantos pueblos españoles, sonó esta canción...
Y en algunos lugares se cantó así. En castellano
Y en algunos lugares se cantó así. En castellano
En otros, Casablanca por ejemplo, La Marsellesa -en francés- ahogaba un himno nazi...
Qué manía tienen todos con lo de la edad de jubilación. Lo ideal sería jubilarse a los cincuenta:)
ResponderEliminarLo que tenían que mirar muy seriamente es en equilibrar las pensiones (me salto el rollo de lo que ha cotizado cada uno), porque no puede ser que haya jubilados con 500€ y otros con 2000 ó 3000€ (y algunos, más de 3000€).
Lo triste de muchas revoluciones es que se empieza cortando cabezas y luego se acaban autocoronando otras con un "yomeloguisoyomelocomo", a cabeza cortada, cabeza puesta, cual monarca carca.
Esperemos, por lo menos, que Holland no les salga como ZP.