¡¡¡Vacaciones!!! escribía, exclamaba mejor, un amigo hace unos días. Y no es para menos, aunque este humilde escribidor ya no puede expresarlo así. Por eso no le dije nada. Resultaba un poco cruel, seguramente, elucubrar sobre cuántos días, o cómo le va a sentar la vuelta al trabajo. Claro, desde mi reciente sillón en la academia de la jubilación...
Pero al fin, veis que uno también se toma vacaciones. Aunque sea con el blog.
En el último, dejamos el viaje por los campos franceses en su inicio. En Collioure. Y desde ahí partiremos hasta llegar a Gurs, via Argelès, Rivesaltes, Elne, Le Vernet y Sep-fonds.
Pero será ya en el mes de septiembre.
Sólo dejo, como prenda, un par de fotos. Del principio y del final.
Por lo demás, y para todos los que tenemos vacaciones, de 15, 30 o 365 días, disfrutarlas con salud.
Y siempre, resistencia y acción.
(¿Y de Galicia nada? Qué más se puede decir... Mi corazón está con todas las familias que sufren por los suyos. En Galicia y aún en el mundo entero. Y mi cabeza sigue estando contra todos los que provocan, día a día, tanto sufrimiento a tantas y tantas familias y personas. En España y aún en el mundo entero).
viernes, 26 de julio de 2013
viernes, 12 de julio de 2013
VIAJES Y SONRISAS
Así que tuvimos tiempo y ganas
para charlar y escuchar música y después más música todavía.
Sólo os diré del grupo, que están
en activo, lo primero, que han grabado ya cinco discos, después, y que
provienen de diversos lugares de la geografía española, con epicentro en
Cantabria. Para más datos, la Wikipedia.
Así que hoy seré breve y, además,
conciso. Con mis mejores deseos de buena música para combatir los calores, y de
sonreír por si acaso, siempre sonrisas.
Os dejo una de las canciones de La Sonrisa de Julia, justamente la que
da título a su último trabajo: “El viaje del sonámbulo”.
viernes, 5 de julio de 2013
LA RONDA DE BELCHITE, QUE YA NO RONDA...
Esta misma semana anduve los
caminos del pueblo viejo de Belchite. Comenzaba este caluroso mes de julio y el
sudor y la historia nos guiaban los pasos de ruina en ruina, de cañonazo en
cañonazo. Debía hacer tanto calor en esta tierra aragonesa, allá por el agosto
de 1937, que las casas y las cúpulas eclesiales abrieron sus paredes para dejar
pasar el aire. ¿O eran las bombas? Sí. Mirando el resultado debieron ser las balas,
las bombas y los obuses. Y la muerte en cada esquina, repartiéndose entre
atacantes y atacados. No apresurarse, hay para todos.

5.000 hombres (uno más uno que hacen dos, más uno tres, así hasta cinco mil) murieron en dos semanas en aquel verano del 37. Justo aquí al lado, quizá un poco más allá. Estos querían conquistar la casa, esa que tiene aún los balcones colgando casi en el vacío, los otros la defendían (cien más uno ciento uno, más dos, ciento dos, así hasta cinco mil).
En este verano de 2013, 76 años después, ando (que caminar es bueno) cerrando un libro sobre los riojanos que murieron en los frentes de batalla. Algunos aquí mismo, o cerca, en Quinto de Ebro, por ejemplo. O en cualquier otro lugar. O de cualquier otro lugar, los muertos, los ejércitos, la guerra. Las guerras nacionales, patrióticas, de independencia, de liberación, revolucionarias, religiosas, de clases, civil, la más incivil…
Y me sale un balance final que al margen de la épica y del toque de corneta, y sumando resultados y muertos, quizá podría resumirse en que, al menos, no es bueno ir a la guerra, aunque hubiera que ir. Que no es lo mejor hacer la guerra, aunque haya que hacerla. Y que no tiene sentido glorificar la guerra, aunque haya que sufrirla.
Y a lo más, que para ir y morir,
mejor no ir. Que vale más rondar que matar, o morir.
Os dejo algunas de
las fotos que hicimos al viejo Belchite. Y preguntaréis alguno, ¿quién ganó la
batalla? Pues escrito está en las historias, pero por más que gritamos por
allá, ninguno de los cinco mil nos dio razón del resultado.
Así que solo me queda dejaros también una
canción, texto de Bertold Brecht y música de Adolfo Celdrán. General.
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