viernes, 17 de febrero de 2012

¿A QUE TE GANO?


Con la que está cayendo y uno se mete a disparatar sobre el deporte y los deportistas. Y total, ya lo veréis, para no decir nada. Seguro.
Imaginaros EL JUEVES, la revista que sale no sé qué día de la semana. En realidad, no la imaginéis. Simplemente buscar los últimos números (eljueves.es) y calcular los gramos de compasión que desparraman sus bienhacedores (y bienhechores además) sobre protagonistas, antagonistas y paseantes de la actualidad.
A tenor de los crucificados de turno es fácil deducir que no hay quien escape al humor o al veneno de sus viñetas. Urdangarían por ejemplo, que como todo el mundo sabe fue deportista de élite, aunque me parece que no aparece ahora por una simple cuestión de pelotas. O puede que sí, quién sabe.
Bueno, lo que quiero decir, aunque no se haya entendido nada, es que si hay algo que no podemos perder (además de la vida, del honor, del puesto de trabajo, de la mujer o de la amante, del coche y del bolígrafo) es el humor. Y cuanto más ácido mejor porque así corroe los entresijos y refajos de tanta sosería y beatería como nos envuelve arriba y abajo de los Pirineos.
Y eso, que es capaz de hacer aquí en las Españas el Jueves cualquier día y el Wyoming cualquier noche, lo deben hacer también en Francia guiñoles y revístas satíricas cuando les parece. Y como les parece. Lo de Contador no ha sido nada, me cuentan, en comparación con lo de Virenque, biciclista francés (franchute como dicen algunos medios en ocasiones como esta), al que han desangrado sus propios medios humorísticos a fuerza de clavarle jeringuillas por todo el retrato.
O sea, que igual no ha sido para tanto. Vamos, que no es momento todavía de declararles la guerra.
Aunque también os voy a recordar o contar que un entrenador de fútbol de la dulce Francia sí comentó en la tele de aquel país, que no entendía cómo unos jugadores tan pequeñitos podían ganar el campeonato de Europa. Ya no sé qué diría cuando nuestros futbolistas se llevaron también el Mundial. Desde luego no habían crecido nada para la ocasión.
Nuestros futbolistas, habéis leído bien. Míos, tuyos y suyos, de todos los que vivimos, gozamos y pacedemos de los Pirineos para abajo. En realidad, y a mí me gusta el fútbol, todavía no tengo claro cuál es la parte que me pertenece de nuestros futbolistas. (De la camisa ya lo sé: el color). Sinceramente no sé cuánto me corresponde de la gloria conquistada. La celebro, eso sí. Y la pago.
Sí, he dicho bien. La pago. La costeamos nosotros, vosotros y ellos (de los Pirineos para abajo repito). Y es así porque los laureles del deporte los costeamos mayormente entre todos los españolitos, incluidos también los que no vibran con las medallas. Salvo justamente los propios deportistas, excepciones honrosas y minoritarias aparte.
Porque en vez de guardar sus dineros en los calcetines o en el banco de la esquina, donde acabarían pasándoles las cuentas impositivas, la mayor parte de tenistas, futbolistas, automovilistas y otrosistas pretendidamente españoles, se van a Andorra para no dar el cante de lo que ganan. Otros eligen Suiza y hay quien prefiere las Bahamas u otros paraísos, que hay para todos los gustos. Y no se les caen los anillos cuando se enganchan a las banderitas rojigualdas con una mano mientras esconden en la otra los dineros que no se convertirán (en la parte que debieran) en servicios para los mismos españolitos que con tanto calor les aplauden. (Una duda más sociopolítica que filosófica, ¿pasaría lo mismo con la bandera tricolor? Me temo que sí, pero ya veis, he conseguido al menos traer la República a colación, aunque sea por los pelos).

Y todo esto sin contar con la desmesura económica de fichajes de todo pelo. Sin hablar de la desfachatez de los organismos estatales que acaban cubriendo las deudas faraónicas de directivos tramposos, inútiles e indocumentados.
Con alguna salvedad también. Ahí están nuestros vecinos de Miranda. Un equipo en el que juegan algunos deportistas que se dedican profesionalmente a otras actividades, con un montón de socios, con las cuentas saneadas (lo que hay, lo que se gasta, lo que se ahorra). Vamos, la excepción que confirma la regla del despropósito habitual. (Deben ser casi innumerables, como los mártires de Zaragoza, los Clubes que debieran haber descendido ya desde sus correspondientes Divisiones por no pagar, entre otros, a sus propios jugadores).
Y qué decir de la troupe que compone y completa la imagen. Con algún entrenador a quien sólo le falta repartir coces, periodistas empeñados en guerras mediáticas y ciudadanas, espectadores fanáticos que lo mismo corean insultos racistas que arremeten contra los equipos vascos, o viceversa, o se lo hacen con la familia del árbitro...
Todo un poema. Lo que me permite no acabar hoy con uno de mi propia cosecha.
Voy a hacerlo entonces con un video que me envía un amigo y que no es faltón y tiene, además, la gracia del reto y el reto de la gracia. Hombre, y un poco de chuleria cañí. Eso de... “a que te gano”, o también, creo que es el título real,  “zoy español, a qué quieres que te gane”...
(Por otra parte tengo la impresión de que sus tres deporprotagonistas son de los que podemos situar en el lado de la inteligencia, en el banco de la solidaridad y en el rincón, espero no equivocarme, de los cumplidores con Hacienda. Como yo. Y como tú, o no?).
 PAN, CIRCO Y SALUD.





3 comentarios:

  1. Entre los que se "evaden" en los paraísos y los que se "implican" en el "me lo quedo", de tu final sólo nos quedará el CIRCO.
    Los franceses son tan fantásticos que hasta han conseguido que Marruecos entre en la Unión (por ahora) Europea (por ahora también), para su interés, por supuesto.
    Al Mirandés, y siento ser agorera, si sigue yendo para arriba y más arriba le pasará lo que a los otros, ojalá me equivoque.
    Nada cambia en el fútbol, Villar ha sido reelegido y Clemente ha vuelto a casa, casi por Navidad, la vida sigue igual; bueno no tanto que esta temporada está siendo buena para los de la equipación blanca.
    Que me quedo con la Iberia de Albéniz y con esa República cogida por los pelos.

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  2. Ya que va de fútbol, un tema que me la retrotrae cada vez que lo pienso: en eso de recortar, de ahorrar,... y dado que tantos clubes tienen deudas millonarias, ¿no resultaría mejor jugar los partidos con luz natural, tal que a las 12 del mediodía, o a las 4 de la tarde, como ya se hace incluso en la 1ª división? ¿O es que las compañías eléctricas son también accionista de los clubes y todo queda en casa? Además de luz los clubes, se ahorrarían frío muchos aficionados. Y las teles, pues ná, a programar los partidos del siglo desde las 10 de la mañana, sábados y domingos, sesión continua. Ahora se puede ver el derby desde un tablet o ipad o esas modernidades, no hay que resposar en sillón orejero.

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  3. Jesus no son los franceses, somos todos, llevamos comiendo mierda los ciudadanos del mundo durante tantos años que a la que viene un poco de bienestar (el que ahora nos están empezando a robar porque ea mucho)nos quejamos de que hay un pelo en el plato...Los franceses hacen su humor y eso de sentirse tan herido que parece que nos tengamos que suicidar clavándonos una banderilla en el corazón pues refleja un poco cómo son...porque yo en eso no creo...ni creo que seamos tan carpetovetónicos como ellos chauvinistas...
    Somos prudentemente majos, buena gente, solidarios y virgueros que por una vez nos pusimos de acuerdo ...por eso ganaron los pequeñitos...
    Lo demás es dinero que se desparrama en comisionistas y deportistas a destajo...si somos el país de las recomendaciones por cultura caciquil, también somos los mayores donantes de órganos del mundo...
    A mí gusta tu blog porque resumes un poco lo de todos...y oye ...que una bandera es un trapo pintado...nada menos pero nada más, lo jodido es cuando lo empapan de sangre...
    Yo llevo el nombre de nuestro país en la camiseta a todos los rincones del mundo pero no llevaré nunca esa bandera rojigualda porque no me gustan las banderas y esa menos...me hartaron de ella.

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