viernes, 30 de marzo de 2012

STREETS OF LONDON


Las calles de Londres. Y los parques y los museos, y los pubs, la gente y el metro, y los autobuses de dos pisos y los taxis “despavoridos”, antes tan negros, ahora tan variopintos. El plano de la ciudad que se va descomponiendo mientras el capuccino, para llevar, se sobra y le va pintando ronchones. “¿Vamos bien al Covent Garden?”.

Las calles de Londres, las filas de colegiales en los museos (quizá el mundo no se acabe), los grupos de españoles en viaje de estudio (o de observación, ligue y tente tieso), el tráfico intenso, el mirar a la derecha o a la izquierda, por si acaso a ambos lados, los músicos callejeros organizando los espacios donde los claxons no suenan. La música que se peina entre la columna de Nelson y la cripta de Saint Martin in the fields.

Las calles de Londres, las tiendas, los comercios, oficinas, industrias del ocio, de la música o de la restauración, recovecos donde operan los españolitos que al mundo trajo Dios (y Zapatero, y Rajoy y tantos otros). Una de las dos Españas, o Europas, o Mundos, ha de helaros el corazón. El vuestro... o el de los vuestros.

Las calles de Londres. Y el Real Madrid que se la juega en la pantalla de un pub, “espera que nos acabemos la cerveza", la tele en el hotel, 24 horas cadena internacional, que escupe fuego y crujir de dientes mientras cuentan y recuentan los votos de Andalucía y Asturias. Preston, un señor, un caballero, un historiador también, que de la guerra civil, la de España, nos enseña a caminar por las calles de Dickens.

Las calles de Londres, el Támesis, como el Ebro, buscando ser eje y centro de la ciudad, una cita con la reina, mejor con Shakespeare, que tiene su busto y su bandera en un pub de Carnaby Street, emblema y arco de los 60 y 70.  “No puede ser”, pero es, el encuentro y el abrazo con Bernardo y Teresa. En Londres, en Carnaby Street.

En las calles de Londres, donde todo puede suceder, donde todo puede empezar, o acabar, donde la vida y el dolor, donde cada esquina es una historia, y cada historia una canción. Como esta que canta Ralp McTell.

Salud y buen paseo

















2 comentarios:

  1. una gozada londres, desde luego.
    un placer verte y escucharte, jesús.
    salud y república

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  2. "Donde cada esquina es una historia, y cada historia una canción",
    Escribes esto y después colocas ese pedazo canción y claro, una se emociona.

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