Nos habíamos quedado en José Larralde, a la espera de escuchar a Jorge Cafrune. Y en esas estamos.
Pero empiezo por decir, que el
decir, el hablar, de los argentinos, y de los uruguayos también, es para muchos
de nosotros como un regalo auditivo, todo un concierto en sol mayor.
Ciertamente a mí me gustaría conocer y vivir Argentina o Uruguay por mucho más
que por su acento, pero me encantaría escucharlo por fuera y en directo y hasta
forzarlo por dentro.
Así mantengo en pie el sueño,
utopía y promesa, que de todo hay, de seguir la huella de Ramírez de Velasco
hasta llegar a Todos los Santos de la Nueva Rioja, la ciudad de todos los
azahares, o simplemente a Tandil, patria chica de Mario o Miguel, amigos músicos, donde
ya no podré conocer a Ricardo Garijo con el que sólo hablé por este medio pero que nos
dejó, además de sus comics y dibujos, la historia escrita de Eulogio Garijo, su padre,
cerverano de nacimiento y superviviente de Mauthausen. También viajó desde el
Alhama hasta Mar del Plata, Lucía Garijo, otra visita ineludible, otra cita con
la historia triste del 36. Más hacia el norte estaría bien saludar a Hugo Bernardo Midón, que
nos contó en “Baila para vivir, baila para no morir” su paso por las cárceles de Videla. Volvería por Montevideo
adonde ya regresó Jorge Ameal, uruguayo exiliado primero en Chile y después en París
donde compartimos piso y esperanza. Excelente persona y extraordinario
fotógrafo. Suyo es el cartel que por mucho tiempo identificó a Carmen y Jesús,
y que podéis ver al final del video-canción de este blog.
América Latina, revolución y
represión. Chile en el corazón, Argentina aplastada mientras ganaba un
mundial.“Demonio si hasta los pájaros, en la América Latina, se hacen revolucionarios”...
Claro que nos impactó el poema
cuando se lo oímos recitar a Cafrune. Y no me extraña, como me escribía Koldo
hace unos días, que intentara hacerlo con la misma pronunciación y acento que el
argentino. Quizá nosotros empezamos igualmente por ahí y acabamos estirando los
versos para pintarlos en un pentagrama y cantarlos depués.
Y eso es lo que hay.
Vamos a escuchar el recitado de
Cafrune, y después podéis hacerlo con la versión musical de Carmen, Jesús e
Iñaki.
Suena muy bien el vals. Cuántos recuerdos en una simple canción (que no canción simple).
ResponderEliminarYa he visto que vas avanzando en las nuevas tecnologías y es tuyo el vídeo.
Oye, estos de la comarca del Alhama están repartidos por todo el planeta, no les quedó otro remedio.