sábado, 5 de mayo de 2012

HONKY TONK MAN


Recordaba estos días una película de Clint Eastwood. Sólo una de las muchas de las que puedo acordarme. Sólo una de las que no me importaría volver a ver. Sólo una de las que ya he visto no sé ni cuántas veces.
Honky tonk man.
La filmografía de Eastwood pasa de las 70 películas. De ellas ha dirigido unas cuantas, también ha compuesto la música de más de una, pero sobre todo ha elegido con cuidado y con mimo (como hace Woody Allen, por ejemplo), la música de muchas de ellas. Especialmente en sus películas sobre el mundo del jazz. Y en este caso del country.
Honky tonk man.

“Nunca te he visto tan triste / y yo nunca me he sentido tan mal…
Perdí a mi mujer / y tú a tu hombre…
Pero tengo mi guitarra /
Echa los brazos al cuello de este cantante de bar /
Y pasaremos la noche como mejor podamos”…

Honky tonk man. Cantante de taberna, de bar. Un poco la historia que Clinst Eastwood cuenta y protagoniza en la película del mismo título. Cuando lucha, armado de una guitarra y en compañía de una chica y un chaval (su hijo Kyle), contra la Gran Depresión. Pero quien puede, quien le puede, es la enfermedad. Aún así y antes de morir, grabará sus canciones. Grabará “Honky tonk man”.
Fijaros en el vídeo. El guitarrista con gorra que le mira atentamente, quien acaba la canción cuando Red-Clint no puede más, es Marty Robbins.

Marty Robbins, cantante de blues, rock y country. Cantante de bares, autor de la canción “Honky tonk man”, que grabó en 1982 junto a Clint Eastwood, que en la película es víctima de la enfermedad…

Tristemente, la realidad obró de una forma muy distinta y cruel. Fue aquel mismo año, el de la película y de la grabación, quien se cobró, era ya el mes de diciembre, la vida del cantante de verdad. De Marty Robbins.

Honky tonk man.
Música y salud.





2 comentarios:

  1. Salud, buenas películas y música, ya lo del amor, dinero y república...es otro cantar:)

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  2. A pesar de mi silencio,
    Tengo en cuenta tus gritos
    Veo, escucho y comprendo
    Y me callo, no comento
    Me lo guardo para dentro.
    Dentro de donde lo guardo

    Espío mis contritos
    Me resguardo del cencio
    Y los nuevos requisitos
    Que merman mis posibles
    Y posiblemente mis cuartos
    De los cuatro cuartos y medio

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